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Aquellos días estaba algo acatarrado y empece a toser.

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Empero me dura poco. En este tiempo de enclaustramiento he tratado de albergar la calma, pese a que eso es difícil en el oficio periodístico, por el bien de mi salubridad mental. Y para 'ayudar' a llevarlo mejor, un día me salta mi madre con que tengo mala cara y que parezco la madre de Adara en 'Supervivientes'. Esa calma me permite continuar con mi habitual hábito.

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Yo digo con orgullo que no tenía nada y llegué a tener muchísimo, aunque en otros momentos me quedé con poquísimo. Hoy lo hacen para pagarse la universidad y llevar alimentación a casa. Desde bien pequeña ha sido una gran tramposa. El frontal fue cuando nevó copiosamente en Bulevar y temprano, estaba amaneciendo, entré en la Alameda. Esta casa es luminosa, algo que se agradece mucho en estos días. Siete semanas dan para mucho en esa carrera adolescente de niño a adulto. Total, que entre una cosa y otra, me sorprendo del tiempo que llevo enclaustrado empero me vengo abajo si miro lo que nos queda.

Yo confieso ante Dios todopoderoso y alce vosotros, lectores, que me he vuelto una madre explotadora. A veces me vienen recuerdos de aquellos momentos y Aunque la mayoría en SUR ya conocíamos el teletrabajo antes de la pandemia, era en otros horarios y en soledad. Y también en nuestros suscriptores de la web, receptores al minuto de nuestro esfuerzo. Y mira, yo no tengo eso tan claro.